Hay una corriente de desinformación que por ahora funciona
de maravilla, se han vertido verdaderos ríos de tinta en torno a las funciones
y atribuciones de los vigilantes de seguridad, la realidad desde dentro es muy
diferente a la película que orquestan y muestran.
Somos un gremio que trabaja al servicio del público como
tantos otros; Camareros, personal de limpieza, personal de mantenimiento, etc,
etc, etc.
Teniendo en cuenta lo delicado de los servicios que
prestamos, en 1995 se aprobó una ley para regularizar nuestras funciones, dicha
ley siempre ha estado repleta de polémicas, como todo lo que se hace intentando
agradar a masas en eterna confrontación.
Yo empecé a trabajar en este gremio antes del 1995 de modo
que nadie me dará nuevas atribuciones, sino que me devolverá aquellas que se me
retiraron con aquella dichosa ley.
Hay mucho embuste y mala intención claramente dirigida al
público para aumentar la archiconocida aversión que se tiene hacia mi profesión.
Podríamos empezar por el hecho de que dicha ley sólo se ha
observado a medias desde que se aprobó, me explico; tan sólo se han aplicado de
modo riguroso y exhaustivo los aspectos que contemplan las obligaciones de los
vigilantes de seguridad, pero ¿qué pasa con las obligaciones que tiene la
administración?.
Nos han estafado, robado y humillado y las autoridades no
han hecho nada. Ahora nos quieren dar el caramelo de devolvernos la autoridad
que nos quitaron hace años, los mismos que llevamos solicitándola porque sin ella
hacer nuestra labor es poco menos que imposible.
¿Qué pasa con la figura de los porteros? Ganan más que
nosotros y no se les exige titulación ninguna, solo fuerza bruta. ¿Qué pasa con
las contrataciones a la administración por empresas como Esave? Sabían desde
hace años que eran una manada de delincuentes y les dieron los contratos para
que se quedaran el botín y ahora el presidente de dicha empresa está en busca y
captura.
Resumiendo; nos devuelven antiguas atribuciones porque les
viene al pelo para que les ayudemos a reprimir a la ciudadanía, no porque para
hacer nuestro trabajo hayamos tenido que frenar a peligrosos delincuentes y
agresores con buenas intenciones y palabras bonitas desde que nos quitaron la
autoridad.
Que nadie se engañe, nuestras funciones están clarísimas;
estamos para dar seguridad a quien la quiera o tenga que pagarla porque sus
actividades generen algún tipo de riesgo o peligro.
Nunca podremos entrar en competencia con la policía o la
guardia civil, no sólo porque lo prohíbe en su texto la ley de seguridad
privada, sino porque los lugares que custodiamos en condiciones normales no
requieren su intervención.
Por último recordarles que cuando surge cualquier problema
serio, el primero en acudir a ayudaros, será un vigilante puesto que éste ya
estará allí en el momento del aprieto.
Todos los años estamos obligados a una serie de actividades
para tenernos completamente preparados para cualquier tipo de circunstancias,
además en los centros de preparación, la primera lección que le dan a los
vigilantes es la de que serán la primera persona en intervenir.